El conflicto como oportunidad de crecimiento...

Es erróneo pensar que la unidad y la armonía significa que no existe ningún tipo de conflicto. En realidad, la unidad y la armonía se logran al resolver de manera satisfactoria para todos los conflictos conforme van apareciendo.

Los conflictos son parte de la vida en comunidad, y por lo tanto no debemos permitir que su existencia ponga en riesgo la unidad de nuestra comunidad. Al resolver de manera satisfactoria a todos los conflictos no solo se preservara la armonía dentro de la comunidad, sino que se vera fortalecida.

Es hora de que veamos los conflictos como oportunidades de crecimiento, al fomentar una mayor confianza entre los miembros de la comunidad al resolverlos en una manera que permita que todos obtengan lo que buscan. El solo enfocarnos solo en lo que queremos, y pensar que para ganar tenemos que evitar que la otra parte logre lo que busca, solo logra dañar a la comunidad. Se pierde la confianza, y con ello se va degenerando el ambiente comunitario.

Todos podemos salir con lo que queremos, pero para lograrlo primero tenemos estar seguros que es lo que tenemos que hacer para obtener ese resultado. Siempre podemos ceder algunas cosas para lograr ese objetivo, solo hay que saber que es lo que podemos ceder para lograr el objetivo final.

Con cada conflicto tenemos la oportunidad de lograr aumentar la unidad dentro del grupo, o generar condiciones que le resten. En que dirección apuntara, depende en gran medida como manejemos el conflicto y en su resolución. Por esto es necesario cambiar la forma en la que se ven los conflictos, y hacer todo porque estos sean resueltos en beneficio de todos.

El fin no justifica los medios, ya que si no usamos los medios correctos el fin no valdrá la pena.

Pequeños aportes para grandes cambios...

Los grandes cambios que necesitamos para lograr salir adelante, y mejorar nuestro nivel de vida, vendrán en cuando empecemos a tomar acciones a nivel local.

Sin importar cuanto se haga a nivel federal, no tendrán mucho impacto ninguna acción a nivel local sin que la misma gente actúe de forma positiva en el nivel local. Hasta que no nos hagamos responsables de la comunidad en la cual vivimos, y actuemos para que salga adelante, las cosas seguirán como hasta ahora.

Es cierto que para lograr los grandes cambios que queremos ver, tenemos que pensar en grande. De la misma manera es cierto que para poner en marcha grande proyecto, se necesitan pequeñas acciones que conlleven a que se concreten los resultados esperados. Todos estamos en posición de aportar algo, no importa que tan pequeño pueda parecer en el contexto del cambio que queremos lograr.

Todas las acciones hacia un fin común hacen una sumatoria, cuyo resultado se multiplica. Lo importante es estar atentos para sumarnos en las acciones que podamos ayudar, o en generar nuestras propias acciones para salir adelante.

En lugar de lamentarnos del porque las cosas se encuentras en las condiciones actuales, hay preguntarnos que es lo que podemos hacer para lograr cambiar las cosas. Ya habiendo encontrado la respuesta, hay que salir para llevar acabo aquello con lo cual puedes contribuir. Lo realmente importante es que contribuyamos para salir adelante, independientemente de lo que sea nuestra contribución.

El poder cambiar las cosas esta en directa proporción a lo que estemos dispuestos a hacer para lograr que así sea.

Dejemos el juego de las culpas y pasemos a tomar el control de nuestro presente...

Dejemos de buscar culpables, y en su lugar hagámonos responsables de construir el futuro que anhelamos.

El juego de las culpas no hace nada por la construcción de aquello que queremos ver en nuestra vida, y a nuestro alrededor. El pasarnos la vida buscando culpables no hace más que amagar nuestros días y hundirnos en la desesperanza. Esta atmósfera no es una que sea saludable, ni para la persona quien la genera ni para quienes la rodean.

Lo que queremos lograr, tanto en lo personal como al nivel de la comunidad, se construye en presente. Tenemos que trabajar a cada momento para que logremos construir aquello que deseamos, y nadie tiene la responsabilidad de trabajar ello más que nosotros mismos. Los demás solo pueden ayudarnos a momentos, y en aquello que en lo cual nos puedan ayudar.

La persona que tiene las llaves para construir la vida que quieres tener, eres tu mismo. Y el momento en el cual puedes construirla es el presente. Toma la responsabilidad de tus emociones, que es lo único sobre lo cual tienes control. Lo que pasa al tu alrededor esta fuera de tu control, no puedes más que ser un testigo de los eventos que forman el mundo que te rodea.

Aún así como reacciones a los eventos que te rodean pueden definir que logres vivir tu vida de acuerdo a tu plan, de no ser así los eventos externos controlaran el camino que toma tu vida. El seguir tu plan te lo debes a ti mismo, que eres el único que estará ahí toda tu vida. Todos los demás solo estarán en tu vida de manera pasajera, así que aprende a depender aquellos que demuestren que demuestren que valen la pena.

Tomemos el control sobre las dos cosas de mayor valor en nuestras vidas, nuestro presente y el futuro por venir. Seamos los arquitectos de nuestras vidas, y de la comunidad en la cual vivimos.

Las reformas que no cumplen...

Desde que tengo memoria, siempre ha habido algo se ha estado reformando o en camino de serlo. Pocas veces dichas reformas han sido las que el pueblo quiero, o necesita, para salir adelante.

Los beneficias que se dicen que van a llegar por tal o cual reforma nunca parecen llegar, o solo benefician a unos cuantos a lo mucho. Ni que decir de aquellas reformas que la gente pide, y que necesitan para mejorar su situación, que nunca llegar o no llegan de una manera que pueda ser útil a la gente.

Al parecer no queda más opción de cambiar a otro sistema de gobierno, ya que las reformas que necesitamos para lograr una mejor calidad de vida no parecen llegar. El sistema de gobierno actual esta roto, y no parece que se logre reparar el sistema con meras reformas al mismo.

Necesitamos cambiarlo de manera completa, para así implementar otro que mejor represente a los intereses de las sociedad moderna. Donde no solo nuestra voz y nuestro sentir sea escuchado, sino un sistema dentro del cual la gente pueda actuar de manera libre para lograr sus metas. Un gobierno donde el poder este repartido en la sociedad, y donde las funciones del la actuación del gobierno estén delimitadas de manera más clara.

El sistema actual no es lo mejor que podemos esperar, pero para cambiarlo tenemos que hacer algo para lograrlo. Lo que falta no es el poder para lograr el cambio que buscamos, sino que hagamos el uso de dicho poder para hacer el cambio una realidad.

Lo más difícil para lograr cualquier meta, siempre es el primer paso. Una vez que lo demos, todos los demás se seguirán de manera natural.

La comunidad y el individuo...

El debate de que es más importante, el individuo o la comunidad, se me hace en el mejor de los casos innocuo. La realidad es que el uno no puede existir sin el otro, el individuo depende de la comunidad tanto como la comunidad depende del individuo.

La pregunta que es realmente importante, en donde se encuentra el punto balance entre las necesidades del individuo y aquellas de la comunidad. Para que el ser humano pueda crecer como individuo, la comunidad a su alrededor debe se ser una que lo ayude a crecer.

De igual manera, para que la comunidad pueda crecer debe de estar conformada por individuos que actúen de forma conjunta para que así sea.

Tenemos que dejar la idea de que la superioridad la debe tener la comunidad o el individuo, para pasar a darnos cuenta que se encuentran en igualdad. En una comunidad saludable, con individuos saludables, es una donde las dos partes están realmente en simbiosis. Ambas partes le dan a la otra lo que necesita para crecer y desarrollarse apropiadamente, donde todos hacen sus parte para auto realizarse mientras ayudan a la comunidad a crecer en su conjunto.

El momento ha llegado de no concentrarnos solo en el individuo o en la comunidad, sino en como se desarrollan de manera conjunta. El individuo no puede ir delante de la comunidad, ni la comunidad delante del individuo.

Hasta que no logremos el balance entre el individuo y su comunidad, muchos de los problemas a los cuales nos enfrentamos no se solucionaran.

Por un cambio en la manera de resolución de conflictos...

Muchas de las causas sociales por las cuales se vienen luchando no producen frutos por la falta de capacidad de realmente llegar de acuerdos, no porque no se puedan resolver. Los involucrados se concentran en lo que ellos quieren para si mismos, y dejan de escuchar lo que la otras partes dicen.

Hasta que no realmente escuchemos lo que los demás quieren lograr, que es lo que les preocupa y cuales son sus objetivos, los problemas seguirán sin resolver porque nadie realmente esta trabajando en resolverlos desde la raíz. Solo se subsanan, ya que solo se solucionan parcialmente al solo darle lo que busca a una de las partes.

Para encontrar la soluciones que realmente terminen con los problemas que buscamos terminar, tenemos que encontrar aquella que les de a todos los involucrados lo que realmente buscan o necesitan para que así sea. Mientras no sea así, solo se alarga la vida del problema innecesariamente. Incluso se hace que el problema crezca sin necesidad de que así sea, dando soluciones parciales que no sirven de gran cosa a la larga.

Tenemos que entrar a la resolución de conflictos pensando en como podemos lograr que todos obtengan lo que realmente quieren lograr, no concentrarnos en lo que queremos para nosotros mismos. Esto nos ayudara a realmente darnos cuenta que es en lo que podemos ceder, y en lo que, para lograr el objetivo que queremos lograr. El ceder no es signo de debilidad, pero hay que saber en que es en lo que podemos ceder sin sacrificar el objetivo que buscamos lograr.

La forma en la cual buscamos la resolución de los conflictos a los cuales nos enfrentamos han triado una división innecesaria, sin dar resultados satisfactorios. Incluso se han generado problemas nuevos que se pudieron haber evitado de haber actuado de manera diferente.

Para lograr los resultados que queremos, es hora de actuar diferente. De no ser así, podemos seguir de la misma manera.

Por una revolución pacifica e incluyente...

Es triste ver que el principal obstáculo para el cambio no es el gobierno, o alguna otra fuente, sino la misma gente que no se da la oportunidad de lograr llegar al cambio que queremos ver.

Parece haber una gran resignación a aceptar que la cosas no pueden cambiar, cuando hay muchos ejemplos alrededor del mundo que la sociedad puede lograr que las cosas se den de acuerdo a sus objetivos. Lo que hace falta que la sociedad en su conjunto se ponga de acuerdo para lograr que así sea, ya que la capacidad de lograr lo que nos propongamos esta presente.

De igual manera, es importante tener la conciencia de que podemos lograr el cambio sin el uso de violencia. Este punto es especialmente importante, ya que la violencia tendrá como resultado una sociedad fracturada. Aquellos que fueron víctimas de la violencia no se sentirán parte del lo que resulte, y buscaran que esta nueva forma de organización social no tenga el efecto deseado por quienes la dirigen.

Lo más importante es darnos cuenta que le poder del gobierno surge del mismo pueblo, que sin nuestro apoyo para legitimarlo no tiene poder alguno sobre la sociedad. Es hora de crear un gobierno, o algún otro medio de organización, que realmente nos represente y esta abocada a servir los intereses del pueblo.

La pregunta no es si es posible o no, ya que si ponemos atención hay ejemplos de sobra de que lo es. Lo que nos debemos preguntar es como hacerlo realidad, y una vez que obtengamos la respuesta llevarlo a cabo.

No podemos seguir negándonos el construir el país que queremos, ya que no solo nos lo debemos a nosotros mismos. Se lo debemos a las generaciones que nos seguirán, y no podemos hacer menos que dejarles el mejor país que podamos darles.

Es hora de lograr una verdadera revolución, pacifica e incluyente. Que la sangre que pueda se llegue a derramar no sea por nuestra mano, y tengamos la conciencia limpia sabiendo que hicimos lo mejor posible dando lo mejor de nosotros mismos.

Con la solidaridad que nos caracteriza...

Con el nivel de solidaridad, y capacidad de organización, que la gente demuestra en tiempos de crisis me lleva a preguntarme que pasaría si no solo se limitara dicha actitud solo a esos casos. Sí fuera algo que se hiciera de manera rutinaria, que en la vida diaria de las comunidades la solidaridad fuera común y se organizaran para lograr los objetivos comunes sin tener que estar en situaciones criticas.

Es necesario cambiar nuestra actitud, y ser solidarios sin esperar a estar en una situación grave. No ser solidarios porque tenemos que serlo o es lo que se espera de nosotros, sino porque es lo correcto. La recompensa no siempre sera obvia, lo importante es que estaremos construyendo una mejor comunidad para todos quienes viven en ella.

Tenemos la capacidad de organizarnos por nuestra propia cuenta, como lo hemos demostrado de manera espontánea en muchas ocasiones. Los resultados en muchos casos han sido buenos, solo ha faltado algo de continuidad para terminar logrando algo más concreto. De igual manera, hace falta que lo hagamos de manera constante y necesidad de que algo pase para que nos motive a hacerlo.

Si realmente queremos que las cosas sean diferentes, es hora de actuar de manera diferente. El dejar de actuar por cualquier duda no es beneficioso para lograr los objetivos que queremos lograr, sobretodo cuando podemos ser nosotros los autores de aquello que buscamos. Dejemos de esperar que el gobierno, o cualquier tercero, sea quien nos lleve a donde queremos estar.

Podemos lograrlo, hemos demostrado la capacidad que tenemos para que así sea.

Tomemos la responsabilidad de ser parte activa de la comunidad...

Porque será que siempre esperamos que otras personas sean las que hagan trabajos de beneficencia, o pensamos que con donar para que lo se haga en nuestro nombre.

Muchos no se quieren hacer responsables de ayudar a quien lo necesita, o piensa que al donan dinero para quitarse algo del remordimiento de no hacer algo ellos mismos. Ninguna de estas formas de actuar ayuda a cambiar la situación en la cual nos encontramos, ya que no ayuda a generar algún tipo de cambio.

El delegar la responsabilidad a terceros, simplemente negarse a tomar alguna, es ser cómplice de quienes hacen lo posible para mantener la situación actual. Las cosas no cambiaran hasta que nos hagamos responsables de cambiar el entorno en el cual vivimos, de otra manera no se puede lograr nada en absoluto.

Pensar que mediante el solo hecho de donar se podrán arreglar aquellas causas por las cuales lo hacemos, es ingenuo por lo menos. El donar no es malo en si mismo, pero no es suficiente con que esa sea nuestra única forma de acción. Para ser más efectivos, tenemos que formar parte de quienes actúan para lograr que sus causas fructifiquen. Las cosas no serán diferentes de no ser que todos sumemos esfuerzos para que se logre hacer la diferencia.

El no tomar alguna responsabilidad para que las cosas cambien, es darse por vencido antes de siquiera salir de la linea de partida. Tenemos que dejar de dar por sentado que las cosas no cambiaran solo porque no lo han hecho hasta ahora, ya que eso no significa que en el futuro no cambiaran.

No hay mejor manera de asegurarnos que las cosas no cambien a nuestro favor que no hacer nada, o la pasividad. Todo cambio requiere una acción que nos lleve al mismo, de no ser así las cosas serán del modo de aquellos si hacen por lograr sus objetivos.

El mundo a nuestro alrededor cambiara, lo queramos o no. Lo principal que nos debemos preguntar es que es lo que tenemos que hacer para lograr hacer una realidad aquello que queremos ver.

Para lograr cualquier cosa, tenemos que dar algo del mismo valor a cambio. Nada se logra sin esfuerzo, o sin dar el pago necesario.

Seamos el gobierno que queremos...

El descontento por parte de la población por los resultados, o falta de estos, por parte del gobierno ya se esta desbordando en manifestaciones masivas. Ya no se puede esconder que la mayoría esta descontenta con el gobierno, y encima no siente que es realmente representa representa la sociedad.

Lo peor, es que con su actuar el gobierno no hace más que darle crédito a quienes critican su forma de actuar. Los actores políticos de todas partidos parecen más interesados en mantenerse en el poder, que en hacer valer nuestros intereses actuando en nuestra representación. Se rodean de aquellos que los alaban, y hablan siempre a su favor.

Mientras tanto todos aquellos que los critican, o salen a las calles a protestar, son tachados de ser poco más que vándalos o poco patriotas. Los tachan de querer desestabilizar la paz social, cuando su deber es buscar entablar dialogo con ellos para buscar la mejor solución. La represión nunca es el camino a tomar, ya que genera divisiones y resentimientos que no deben de existir.

La hora ha llegado de que la misma sociedad sea la que se organice a si misma para lograr los resultados que el gobierno no nos da. Su incapacidad de ver más allá de sus propios intereses ha quedado demostrada, así que es hora de que la sociedad genere un auto gobierno que emane de entre las filas de ella misma.

Ya hemos demostrado la capacidad para organizarnos para lograr objetivos a corto plazo, así que no hay duda que lo podemos lograr si nos lo proponemos. Lo que hace falta es la voluntad lo hacerlo, y así construir el futuro que queremos por nuestra cuenta.

No nos basta ya con solo resistirnos, tenemos que generar una gestión propia para que realmente se puedan resolver los problemas a los cuales nos enfrentamos. El lograr que así sea depende plena y llanamente de que lo hagamos posible. Dejemos de soñar en un lugar mejor para todos nosotros, y comencemos a trabajar para hacerlo una realidad.

Dejemos de exigir a las autoridades que nos han fallado, en su lugar exijamos a nosotros mismos el lograr construir aquello que queremos. Nuestro futuro esta en nuestras manos, no en las manos de otros.

Protesta no es igual a vandalismo...

Es necesario que se cambie la percepción que todo aquel que ejerce su derecho a manifestar su desacuerdo es un vándalo. Hay vándalos que se aprovechan de las manifestaciones legitimas para hacer desmanes, usándolas como escudos para sus actos.

Lo peor es que por el acto de una minoría, se busca desacreditar a los manifestantes aduciendo a que si algunos cuantos actuaron de alguna manera entonces todos son cómplices. Y en lugar de realmente buscar a aquellas personas que cometieron los actos vandálicos, se toma represalia en contra de todos sin importar si realmente participaron en dichos actos.

El tratar a todos actos de protesta como actos de vandalismo es un atentado en contra nuestros derechos, y debe de ser condenado por toda la sociedad. Al igual manera, el usar el vandalismo para desacreditar protestas y manifestaciones legitimas debe de ser condenado.

El vandalismo no es un método de protesta o manifestación legitimo, como tampoco lo es el equiparar el vandalismo con las protestas y manifestaciones para deslegalizarlas. Como sociedad tenemos que tener en claro que no así, y asegurarnos que el gobierno no la equipare con el fin de reprimir a aquellas personas, o sectores sociales, que no estén de acuerdo con el gobierno.

Debemos de encontrar la forma de que nosotros mismos seamos los que separemos a los vándalos, para que no puedan ser usados para desacreditar los movimientos sociales. De igual menara, hay que encontrar la manera de mantenerlos lejos de nuestras manifestaciones por nuestra cuenta.

Es hora de demostrar que los vándalos son otros, y que quienes nos quieran desacreditar por el uso de los mismos no pueden hacerlo si nos mantenemos unidos.

Busquemos métodos alternos para provocar el cambio...

Lo que dejan ver los resultados de ayer es que el sistema político ya no es una que cuide de los ciudadanos, y que las tácticas usadas en contra del sistema actual tienen que cambiar.

Es hora de que comenzar sobre la sociedad en si, para que se de cuenta que ella misma es capaz de lograr los cambios que quiere sin necesidad de intervención gubernamental. El gobierno solo tiene poder en función del que le damos, y entre más esperemos del mismo más grande tiene que ser para dar respuesta.

En mucho sentidos no es necesario que dependamos del gobierno tanto como nos imaginamos, ya que las mismas comunidades tienen capacidad para dar las respuestas a sus problemas. Lo que falta es la conciencia de lo que podemos lograr, y el trabajar nosotros mismos para que se den las cosas que queremos que se den.

La necesidad de quitar mucha de la dependencia que tiene la gente del gobierno es grande, sobretodo porque mucho de lo que se cree que solo el gobierno puede dar es solo una ilusión para mantener un control sobre la sociedad.

El lograrlo depende solamente de tener la voluntad de trabajar en conjunto con quienes conforman nuestra comunidad para lograr los objetivos comunes. Debemos de comenzar a tomar conciencia de que las mismas comunidades pueden tener un alto grado de autosuficiencia, además de que pueden organizarse entre ellas sin necesidad de gobierno alguno.

De seguir en el curso actual, los resultados serán los mismos que hasta ahora, así que es hora de buscar alternativas. Y quien mejor puede representar al pueblo, que el mismo pueblo.

La violencia nunca es una opción...

Ningún tipo de violencia tiene justificación, ya que esta no es un método que resulte en algo más que resentimiento y sed de venganza por parte de quienes la recibieron.

La violencia es el recurso al cual recuren aquellos que no tienen la capacidad de dialogar, de realmente de buscar una solución en donde todos obtengan lo que buscan sin tener que sacrificar su objetivo principal. Si lo que realmente buscamos es la construcción de un mundo mejor, la violencia es un recurso inaceptable para lograr dicho objetivo.

Necesitamos de construir puentes, de lograr la inclusión de todos en la construcción del mundo que queremos. El debate debe de incluir a todos, ninguna voz tiene porque quedar fuera. Todos tenemos algo que aportar, sin importar lo pequeña que parezca dicha aportación.

La violencia excluye al que la sufrió, acalla su voz e impide que su aportación se tome en cuenta.

Debemos encontrar la manera de que el cambio, incluso si tiene que ser revolucionario, que queremos lograr en la forma en que se gobierna sea uno que se de sin violencia de ningún tipo. Y si es usada en contra nuestra, no debemos caer en la provocación de pagar con la misma moneda.

Demostremos que somos más grandes, que no necesitamos la violencia para lograr nuestros objetivos. Seamos incluyentes, escuchemos las voces de todos que quieran aportar algo a nuestra causa. Trabajemos de manera diferente, seamos una opción que demuestre que las cosas se pueden lograr sus objetivos sin violencia y de manera incluyente.

Si hay un momento de que la sociedad sea demuestre que puede lograr construir su futuro sin el uso de la violencia, y de manera incluyente, es este. Demostremos que la diferencia podemos ser nosotros, y que somos capaces de un auto gobierno que construya un futuro mejor por medio del dialogo.

Sino lo hacemos nosotros mismos, esto solo continuara siendo un sueño.