El discurso de odio es frecuentemente malentendido como algo que solo lastima las emociones de las personas, o incluso como algo que la libertad de expresión debería de proteger. Ambas cosas son falsas, ya que el discurso de odio no solo tiene la intención de comunicar ideas, u opiniones, sobre algún tema en particular. Dentro de cualquier sociedad avanzada, el discurso de odio no tiene lugar o de poder gozar de ningún tipo de protección legal. Principalmente debido a que este busca dividir, o incluso incitar violencia hacia grupos con los que se tienen diferencias en lugar de buscar un dialogo constructivo. Igualmente no se debe confundir el discurso de odio con simplemente expresar una opinion, aunque dicha opinion resulte ofensiva a ciertas personas o grupos. Que algo resulte ofensivo, no significa que sea algo que busque los mismos objetivos o resultados que el discurso de odio. La expresión de ideas diversas no tiene que recurrir al discurso de odio, sobretodo si que quiere tene...
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