Es triste, además de frustrante, que la gente ignora o no entiende que en México existe la división de poderes. Lo cual significa que los poderes del ejecutivo, legislativo, y judicial se encuentran delimitados de tal forma que ninguno pueda tomar la funciones del los otros dos. De esta forma se busca que no se concentre en manos de una sola institución, ni persona, y que existan contrapesos en el actuar de cada uno de estos poderes. Esto significa que los poderes legislativo y judicial no se encuentran subordinados al ejecutivo. Cada uno de ellos tienen responsabilidades diferentes que cumplir, para así tener un gobierno funcional. El hecho de que el ejecutivo y la mayoría del legislativo provengan del mismo partido político es señal de que debe de haber una mejor coordinación entre los dos poderes, pero no de que uno se subordinara el otro. A partir del 2000, el legislativo y el judicial han ganado un nivel de autonomía del ejecutivo sin precedente del poder ejecutivo. D...
Plantando semillas para construir un mejor futuro.