El que los mismos diputados digan que el encargado de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ) los tenga secuestrados con las cuantas publicas, y que no puedan hacer nada al respecto, es tan descarado como es insultante. ¿Como es posible que no exista un mecanismo legal para que el ASEJ rinda cuentas?
El manejo de todas las dependencias de gobierno deben de ser auditadas de rigor, y manera cíclica. No debe de haber ninguna excepción, además de que el ASEJ debe de ser controlado de manera aun más cercana y estricta debido a la labor que tiene de mantener los manejos financieros gubernamentales sanos y transparentes.
Que Alfonso Godoy Pelayo, el auditor superior del estado de Jalisco, pueda simplemente no acudir a rendir cuentas frente al pleno del congreso es inaceptable. No puede ser que una figura como la que es el auditor superior de un estado, simplemente pueda eludir el tener que dar cuentas sobre su trabajo y como usa el dinero de la dependencia a su cargo. Tiene que acudir al llamado del congreso para rendir cuentas cuando es requerido, sin pretexto o escusa alguna.
Que haya podido hacer con el presupuesto lo que hizo, o que no tenga que al menos explicar que no hubo mal manejo del dinero presupuestado, debería ser causa para removerlo sin más miramientos que los estrictamente legales. El hecho que los diputados no puedan disparar acciones para siquiera poder hacerlo comparecer ante el pleno es extremadamente preocuparte, por decir lo menos.
Aunque es cierto que el auditor superior del estado no debería estar dando cuentas a todos los que se las pidan, este debería al menos darlas a la comisión de hacienda del congreso estatal. No puede haber servidores públicos, y menos aquellos que se supone están para controlar como se manejan el presupuesto de las distintas dependencias publicas, que no tengan un protocolo de rendición de cuentas ya establecido.
Un órgano tan importante para la transparencia en el uso de los recursos públicos no puede ser manejada de esta manera, y menos poder tener a los diputados secuestrados.
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