Es difícil no sentirse algo desanimado al ver como hay gente espero que los demás sean quien actúen por el bien común, antes de hacerlo ellos mismos. Esto a pesar de saber que al actuar ellos mismos de está manera no solo estarán beneficiando a otros, sino a ellos mismos, a sus mismas familias y personas cercanas.
El problema es peor cuando se espera que todos actúen del mismo modo. No es posible que todos hagan siempre lo correcto, así que no podemos esperar que todos actúen de cierto modo solo porque nosotros lo hacemos. Es cierto que sería lo ideal, pero no vivimos en un mundo ideal donde todos siempre hacen lo correcto.
El vivir esperando que otros hagan lo que nosotros haríamos, nos llevaría a no hacer nada. Cada uno de nosotros tenemos que actuar de la mejor manera posible, sin esperar que alguien más lo haga primero o que lo lleguen a notar.
Además de que no todos tenemos la misma idea de cual es la mejor forma de hacer las cosas, o resolver los diversos problemas a los cuales nos enfrentamos a diario. Así que tenemos que actuar, y estar dispuesto a hacer las cosas de diferente manera si llega a ser necesario. Por eso debemos poner atención, para así poder ejecutar las acciones, y cambios, conforme se vayan necesitando.
Lo más importante, es no querer abarcar todo. Hay que concentrarnos en hacer aquello que podemos realizar de manera factible, y ponernos metas que podamos lograr de manera realista.
Es hora de encontrar el balance de lograr aquello que podemos por propia mano, y dejar de un lado lo que no. Solo somos responsables por aquello que depende de nosotros mismos, y trabajar en ello de manera constante para lograr los objetivos y metas que nos proponemos.
Queremos que las cosas se den de manera diferente, hay que actuar de manera diferente.
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