domingo, 28 de mayo de 2017

La versión definitiva de un cuento es la original.

La tendencia de adaptar cuentos de hadas de clásicos, y llamarlos la versión definitiva, es un error. Se pierde que los cuentos son un reflejo de la época en los cuales fueron escritos, y el adaptarlos a la actualidad no cambia este hecho.

Y si se van adaptar los cuentos conforme la sociedad va evolucionando, nunca tendremos una versión definitiva de ningún cuento.

Lo mismos se puede decir de cualquier pieza literaria. Cada novela, cuento corto, poema, y obra de teatro, son un retrato cierto punto de la sociedad en la cual se encontraba en ese momento.

Sí quiere tener cuentos que reflejen los valores actuales, lo mejor es escribir cuentos nuevos que los reflejen por completo. De nada sirve inyectar valores modernos en cuentos clásicos, porque se tendría que escribir algo diferente para poder reflejarlos de una manera significativa.

Aunque es importante que los clásicos sigan en siendo leídos, o proyectados, también los es crear nuevos cuentos que les hablen a las nuevas generaciones de una manera más directa.

Hay que dejar atrás el creer que cada nueva versión de un cuento es la definitiva, y abramos las puertas a nuevos cuentos e historias.

Cosas que no hacen sentido en el trabajo.

Uno de los argumentos más ridículos que he escuchado cuando pido alguna información para sacar algo en el trabajo, es que lo pido para facil...