miércoles, 4 de diciembre de 2019

El querer un dictador en todo menos en nombre.

Es paradójico, e incluso algo irónico, que en México tememos a tener una dictadura pero se espera que el presidente se comporte como un dictador. A pesar de que en nuestra constitución se fija una separación de poderes, se espera que el presidente resuelva todas las problemáticas del país como si todo el poder estuviera concentrado en él.

Para complicar esta paradoja, cuando el presidente hace algo que no agrada a cierto grupo reclama que se excede en el uso de sus facultades. Mientras se otorgue el resultado que se quiere, no hay problema en no respetar la separación de poderes. Solo se respeta dicha separación cuando es conviene hacerlo.

Algo que también se olvida con frecuencia, es que México es una federación. Esto quiere decir, que cada uno de los estados que conforman la república, tiene un grado de autonomía y soberanía. Esto conlleva que cada estado tenga facultades que solo de competen a estos, sin ninguna injerencia del gobierno de la república. Aún así, se espera que sea el gobierno federal sea quien de todas las soluciones, sin reparar que en algunos casos son los gobiernos estatales, o municipales, quienes deben dar la solución.

A pesar de los avances de la democracia en México, pareciera que hay un grupo significativo de la población no entiende por completo como funciona el sistema de gobierno en México para evitar que el poder se concentre en una sola figura, o institución. Se quiere participar, pero no la responsabilidad que conlleva dicha participación.

Pareciera que queremos un dictador que solucione todo, pero que no actué como tal para guardar las apariencias de una democracia funcional.

Cosas que no hacen sentido en el trabajo.

Uno de los argumentos más ridículos que he escuchado cuando pido alguna información para sacar algo en el trabajo, es que lo pido para facil...