Una de las cosas que me llamaron más atención de la pandemia generada por el COVID-19, es el nivel de integración económica y tecnológica que ya se deja ver a nivel mundial. Dichas dependencias no siempre son directas, o en un solo sector económico o industrial.
La idea que un país puede sostenerse por si mismo ya no es valida, y el querer lograrlo sería en detrimento de si mismo. Para poder seguir sosteniendo cualquier tipo de crecimiento, ya sea económico o social, ya vital no tanta la ayuda de otros países; es necesario el cooperar con ellos para lograr dar el crecimiento que se busca.
Al menos ya se necesita una estrecha cooperación con los países de la misma región, ni que decir con algunos clave en otras regiones para lograr entrar a los mercados en otras regiones. Nos guste, o no, los mercados locales ya no son suficientes para un crecimiento continuo, y sustentable. Aunque todavía hay ciertas cosas que se pueden lograr a nivel local, cada vez estas tienen un tamaño mucho menor.
Pero lo mas importante de dicha integración, es que la comunicación directa entre individuos de puntos distantes ya es una realidad. Las barreras ya pueden ser sorteadas de manera más sencillas, si el individuo tiene el interés de superarlas. Cada día hay menos intermediarios para dicha comunicación, y más plataformas para lograrla.
Nos encontramos en una encrucijada histórica, y es necesaria la participación de todos para que sea en beneficio de el mayor numero de personas.
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