Con forme va pasando el tiempo, y vamos aprendiendo a vivir con la pandemia, la vida va recobrando cierta normalidad. Sobretodo con forme más personas vayan recibiendo la vacuna, el regresar a una vida con menos de las restricciones impuestas para controlar el virus del COVID-19 va a ir abriéndose paso.
Aun así, no se regresara al 100% a como era la vida antes de la llegada de la pandemia. Muchos de los cambios que se han dado han sido demasiado profundos como para que todo regrese a como era antas de la pandemia. Sobretodo, la forma en la cual hacemos muchas cosas se han vuelto costumbre, tanto así que regresar a lo que era antes podría no valer la pena el esfuerzo.
Incluso la forma en la cual trabajamos, y nos relacionamos con quienes trabajamos, han cambiado lo suficiente para querer regresar a la oficina. O al menos no de la manera que se venia haciendo, y más cuando ya se demostró que se puede trabajar desde casa, o otros lugares donde se pueda, siendo tan eficientes como lo eramos en la oficina.
La pandemia vino a poner el mundo de cabeza, y demostrar que las cosas pueden ser diferentes cuando hay voluntad para lograr que las cosas salgan adelante. Ahora tenemos que lograr cambiar las cosas de manera que sean para el beneficio del mayor numero de personas. La pregunta no es si debemos seguir cambiando lo que significa la nueva normalidad, sino que es lo que tenemos que cambiar.
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