La pregunta del millón, ¿hasta cuando se harán las cosas como se debe? No puede ser que, hasta que se encuentran funcionamiento, se piensa en crear un reglamento para los parques caninos que ya se encuentran en operación.
Dicho reglamento se debió tener listo antes de que el primer parque canino se abriera. Si después se diera el caso que el reglamento se tuviera que modificar sería otro cantar. No es posible que se hagan las cosas así.
No puede ser posible que se abran espacios, o se generen otro tipo de proyectos, sin definir con anterioridad como han de operar. Parte del diseño de cualquier proyecto, es definir las condiciones en las cuales se le dará el uso adecuado. No es posible que no se considere los reglamentos a aplicar antes de que se entregue cualquier espacio publico.
Sobretodo aquellos de uso común, que serán usados por la gente en general para su esparcimiento. El no tener un reglamento, el cual debe de ser puesto a disposición fácil de todos para su conocimiento, no podemos esperar que se le de un buen uso a dichos espacios o que es lo que la gente debe de esperar de estos.
Lo peor es que parece que casi toda la operación del gobierno parece ser realizada de esta manera, sin realmente pensar a fondo todo lo que conlleva lo que están haciendo. Todo da la sensación de ser hecho al vapor, por decir que se hace algo solo para evitar las criticas de la sociedad.
Esta forma de proceder es una de las cosas que tenemos que cambiar, de no ser así nos seguiremos enfrentando a los mismos problemas.
De la misma importancia, es el que se logre implementar un mecanismo para que la gente respete los reglamentos. Que sea lo más sencillo el seguir el reglamento, de tal manera que nadie realmente considere el romperlo y quien lo haga realmente pague las consecuencias.
Hay que cambiar la mentalidad de hacer las cosas al vapor, y realmente hacerlas bien de manera decidida. Solo así podremos crear el mundo en el cual queremos vivir.
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