Se habla mucho de la falta de compromiso de la clase política para lograr mejorar la calidad de vida de la gente, pero poco se habla de que compromisos como individuos tomaremos para lograr mejorar nuestra calidad de vida.
Muchos piensan que para no se puede hacer nada de manera individual que tenga un impacto real, lo que hace que quitemos la vista de que las cosas no cambiaran en lo colectivo hasta que cambiemos en lo individual. Los dos ámbitos están relacionados, tanto así que viven en una estrecha simbiosis donde la salud de uno depende directamente del otro.
No puede haber comunidades sanas sin individuos sanos, y no hay individuos sanos sin comunidades sanas. Para poder ir sanando nuestras comunidades, tenemos que comenzar por sanar individualmente.
El mejor lugar para mejorar nuestra calidad de vida, es mejorando la convivencia dentro de nuestra familia y de la comunidad en la cual vivimos. Apoya las actividades y negocios locales que contribuyan de manera positiva a tu comunidad, ya sea participando en dichas actividades o consumiendo en los negocios que favorezcan la integración comunitaria y familiar.
La importancia de que se favorezcan actividades que integren tanto a la familia como a la comunidad, en lugares dentro de la misma comunidad, no puede ser menospreciada. Se necesita que los vecinos convivan, que se conozcan y formen lasos más fuertes de los que se tienen actualmente. Que quienes viven dentro de nuestra comunidad sean más que solo rostros anónimos, y pasen a formar parte de nuestra vida diaria.
Hagamos de nuestros parques y negocios locales puntos de encuentro, donde los miembros de la comunidad puedan reunirse a intercambiar ideas o simplemente a pasar un buen momento. Hagamos de estos puntos las primeras opciones, y de la gente que ahí va personas con las cuales podamos contar para lo que necesitemos.
La comunidad que buscamos la tenemos que construir nosotros día a día, y tenemos que comenzar hoy mismo.
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