Los tres niveles de gobierno se jactan de manera continua de los diversos proyectos que tienen para mejorar la calidad de vida de la gente, pero realmente muy pocos de sus planes son realmente a largo plazo. La mayoría son a corto plazo, con algunos pocos a mediano plazo.
Y aún los proyectos a largo plazo no tienen garantizada su continuidad, inclusive si los gobierno posteriores al que lo puso en marcha provienen de la mismo partido. Quienes llegan al gobierno, no se dan cuenta que su deber es administrar los proyectos para que den los mejores resultados posibles. No el cortar proyectos solo porque fueron iniciados por un gobierno que no provino de su partido, solo para reiniciar el mismo proyecto con diferente nombre para adjudicarse la bandera el éxito que pudiera tener tal o cual proyecto.
En vez de tratar de inventar el hilo negro con la llegada de cada nueva administración al gobierno, lo que necesitamos es que realmente se comience a planear a largo plazo. Sino, los problemas siempre nos rebasaran ya que no estamos viendo a futuro. Estamos resolviendo en el presente problemas que teníamos y dejando escapar el futuro.
Lo que necesitamos es que realmente se creen proyectos integrales, que ataquen de raíz problemas complejos. No podemos solucionar los problemas sociales atacando cada uno de los problemas por separado, tenemos que trabajar de manera simultanea en las diversas causas que generan los grandes problemáticas sociales a las cuales nos enfrentamos. Es hora de dejar de enfocarnos en las formas, para enfocarnos en el fondo.
Siempre es más fácil atacar la forma, porque no requiere mucho tiempo ni esfuerzo y los resultados tienen a ser más espectaculares. Pero su impacto no es tan profundo o duradero como para ser realmente útiles. Por ende, necesitamos enfocarnos en el fondo, con proyectos a largo plazo que permitan cuajar los resultados para tener cambios realmente relevantes.
La clave es que como sociedad tenemos que involucrarnos más profundamente para que poder cambiar el fondo de las cosas, y no solo la forma. Hay muchas manera de hacerlo, y cada quien puede involucrarse en aquellas cosas que le interesen de la manera que crea conveniente. Hasta no dejar la apatía a un lado, no podemos esperar que los resultados que queremos ver.
Hay que ser parte activa de aquello que queremos ver, solo así lograremos la sociedad que deseamos sea una realidad.
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