lunes, 17 de junio de 2013

El precio de la libertad...

Pocas personas estás dispuestas a pagar el precio de la verdadera libertad, muchos prefieren verse librados de tener que pagar la única moneda de pago que exista para poder experimentar la verdadera libertad.

La responsabilidad por todos nuestros actos es el único precio que tiene la libertad, pero es en ocasiones demasiado alto para la mayoría. El temor de enfrentarse a las consecuencias de sus actos les aterra, y prefieren evitarlos a toda costa. Aun así viven hablando, incluso sueñan, con el ser libres cuando lo único que tienen que hacer es tomar su propia vida en sus manos y enfrentar las consecuencias de sus propios actos.

Nuestra libertad depende solo de nosotros mismos, cada individuo es tan libre como quiere ser. Pierde, o gana, libertad en el grado que se haga responsable de sus acciones. Es fácil dejar que otros tomen decisiones por uno mismo, ya que el tiene que pagar el precio que conlleve dicha decisión. La comodidad de vivir así es tentadora, tanto así que la mayoría cae en ella y la hace una forma de vida.

El control de tu vida esta en directa proporción del grado del que te hagas responsable por tus acciones. Entre más dejes en otros la responsabilidad de tus actos, menos control tendrás sobre tu vida.

El ser libre no te hace estar en lo correcto siempre, pero te da el control sobre tu vida. Esta en ti como tomas tanto los éxitos, como los fracasos. Toda acción tendrá una consecuencia, la cual no se puede evitar y de la cual tendrás que aprender para tomar mejores decisiones en el futuro.

La libertad siempre conlleva un alto grado de responsabilidad, sin la cual nunca podrás ser verdaderamente libre.

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