Resulta algo irónico que se habla mucho sobre la diversidad del pensamiento, de como se debe respetar y que de hecho es algo beneficioso. Sin embargo, al final del día tenemos un sistema educativo que ahoga dicha diversidad sin miramiento alguno.
Llega al grado de crear individuos de mentalidad cerrada, incapaces de pensar fuera de los parámetros que les fueron impuestos. Al grado, de que al ser expuestos a cualquier idea diferente son incapaces de aceptarla. Sino huyen al contacto con nuevas ideas, tratan de destruirlas de manera absoluta y total.
Esto no es un estado sostenible, si es que queremos una sociedad saludable y con futuro. Que en la sociedad haya una diversidad de ideas es necesario para poder construir un mejor futuro, en especial cuando se pueden debatir libremente en espacios públicos para que sean puestas ante la sociedad para que sean consideradas para su uso.
El escuchar ideas diferentes a las nuestras, no nos obliga a tener que acéptalas. Lo único que tenemos que hacer es escucharlas, y después de hacerlo decidir si tienen merito o no. Y aún después de darnos cuenta del merito que pueda tener una u otra idea, no tenemos que actuar de acuerdo a lo que proponen.
La diversidad es la llave para la construcción de un mejor futuro, al darnos el mayor numero de opciones para llegar a este de la mejor manera posible. El pensamiento homogéneo por todos los miembros de la sociedad, es el mejor método para condenar a la humanidad al fracaso.
Dentro de un grupo, nadie debe de tener autoridad completa sobre lo que piensan los demás.
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