Es interesante, y un poco frustrante, el ver como la gente no se quiere dar cuenta de que AMLO es parte del sistema político mexicano. Aunque es cierto que es parte de la izquierda, para muchos que socialistas o social demócratas, lo vemos como alguien mas en el centro.
Las posiciones de AMLO están lo más a la izquierda que el sistema político actual lo permite, que aun se encuentran en el centro del espectro. Lo que no ven muchos, es que para que AMLO pueda operar un partido político no puede romper del todo con las estructuras que tienen mucho del poder político y económico del país. De haber roto por completo con ellos, la situación por la que estaríamos atravesando sería mucho peor.
Hasta el momento, AMLO no ha hecho cambios radicales y no parece que los hará al menos hasta después de la elecciones intermedias. Aun así no lo ha hecho tan bien como quienes votamos por esperaban, pero tampoco están tan mal las cosas como los detractores dicen que lo están.
AMLO tiene mucho por corregir, mientras que algunos de los cambios que ha hecho falta para que maduren para ver sus frutos. De igual manera, los gobernadores, y hasta cierto punto los presidentes municipales, tienen que comenzar a realizar un mayor papel para el beneficio de sus estados y municipios. Ya es hora de lograr que los estados tengan una mejor dependencia del gobierno federal.
Estamos en un punto de inflexión, es hora de lograr poner en marcha cambios que no puedan ser detenidos en las subsecuentes administraciones para que nos regresen al camino donde estábamos.
Se ha comenzado a desmantelar mucho del andamiaje de como se manejaba el poder anteriormente, y es hora de asegurar que el nuevo sea realmente uno que represente a todos.
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