La critica constante ante un mal, sin que se proponga alguna solución, es nociva para quien la emite como para quien la recibe. Lo que es peor, la critica es usada comúnmente como una herramienta de desprestigio a lo que va dirigida, o para lastimar a la persona criticada.
La critica en si no es mala, de hecho la critica puede ser una herramienta útil para lograr resultados positivos. Todo depende de la forma en que sea dada, y el objetivo que tenemos en mente al emitir la critica. Lo cierto es que la critica es mucho más sencilla de usar como una herramienta negativa, ya sea para denostar o para dar excusas sobre el porque las cosas no se dan de la forma en que esperamos que se den.
El uso de la critica de forma positiva, o constructiva, es algo que no se nos da con facilidad. Esto debido a que requiere un nivel de madurez alto tanto de quien la emita, como de quien la recibe. Aun así, el usar la critica de forma constructiva es algo que se puede aprender a hacer. Incluso, podemos aprender a usarla de manera más efectiva con la practica.
Quitémonos de la mente que toda critica es negativa, y el formular las criticas de manera que sean agresivas o que no abone a encontrar una solución que nos lleve a un lugar mejor. La forma en que sean venido planteando la forma de la critica ha demostrado su incapacidad de lograr mejoras para todos, y solo nos ha traído un ambiente de desconfianza.
Cierto que habrá que cambiar muchos hábitos, y que tomara tiempo cimentar la nueva manera de utilizar la critica. A pesar de esto, necesitamos que sea así para lograr encaminarnos a un mejor futuro para todos.
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