Cuando se habla de unidad en México me pregunto sí en realidad existe. Al parecer a la mayoría le encanta centrarse en las diferencias, y como los otros siempre están equivocados.
Y cuando nos vemos los errores propios, siempre son ocasionados por factores externos. Alguien nos engaño o nos dio información que no corresponde, pero no podemos admitir nuestra parte en nuestros propios errores.
Es triste ver como en ocasiones se podrían evitar errores o perdidas si aceptáramos la falta propia. Igualmente si aceptáramos cuando la propuesta de los otros es una mejor solución, y la aplicáramos con el mismo ahinco con el cual aplicaríamos la nuestra.
Hay que dejar de centrarnos en las diferencias, y buscar aquello que nos acerca para trabajar sobre ello. De lo contrario, la distancia que nos separa aumentara y la construcción del México que buscamos solo se hará mucho más difícil.
La diversidad puede ser una fuente de fortaleza. Pero si no la aprovechamos, y se usa para distanciarnos, solo servirá para hacer daño.
No tenemos que estar de acuerdo en todo, pero sí queremos que nos respeten tenemos que respetar a los demás. Los ataques constantes solo traerán ruido, el cual dificultara cualquier intento de trabajo conjunto. No podemos llegar a las metas comunes si nos centramos en las diferencias, y evitamos trabajar con aquellos que no son como nosotros.
Ya basta, y comencemos a trabajar en crear la unidad que requerimos para construir un mejor México.
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