Con métodos de comunicación que nos permiten entrar en contacto con personas prácticamente en cualquier parte del mundo de manera instantánea, hace que me pregunte que si se necesite un solo gobierno mundial. O, tal vez, lo ideal y practico sería que desaparezcan los gobiernos centralizados y que cada comunidad se autorregule.
La realidad es que cada vez es más fácil no solo contactar a personas que se encuentren a grandes distancias, sino también realizar intercambios de diferentes tipos con ellos. Todos podemos permanecer no solo a las comunidades en donde nos encontremos físicamente presentes, sino a comunidades cuyos miembros se encuentren en distintos puntos geográficos sin importar la distancia entre ellos.
Y aunque esto hace que el intercambio de ideas sea mucho más rápido, y que se extienda en áreas mucho más grandes. Incluso no tienen que estar cerca entre ellas para poder acceder a ellas, solo tienes que tener algún método que te permita acceder a ellas.
Esto puedo provocar que las entidades que se encargan de regular la interacción vean sobrepasadas, o tentadas a usar métodos que limiten de sobre manera dichas interacciones. Es importante evitar que cualquier entidad tenga el poder limitar dichas interacciones innecesariamente.
Otro peligro, es que busquen poner barreras artificiales para evitar interacciones que no les convengan. Por esto, es importante que no tengan ningún poder para poder imponer cualquier barrera que nos limite.
Las barreras deben ser impuestas por los propios individuos. Los reguladores se deben limitar a ser verificadores de que las barreras que se puedan usar, solo puedan ser levantadas por los miembros de las comunidades sin afectar a miembros que no deseen levantarlas.
Para mi, la mejor solución es que las comunidades tengan el poder de autorregularse a si mismas. Que los miembros, que estén activos dentro de ella, sean quienes impongan y modifiquen las reglas que la rigen según sus intereses. Y los reguladores, deben de limitarse a aplicar las reglas que los miembros les dan.
De igual manera, los individuos deben de tener el derecho de pertenecer a cuantas comunidades les interese, sin ningún impedimento fuera de las reglas impuestas por las comunidades en si. Las comunidades también deben de poder interactuar entre si de la manera que mejor les convenga.
En sí, cualquier ente que regule las interacciones entre individuos, y comunidades, se debe limitar a aplicar las reglas que se impongan por parte de los miembros para su interacción.
Los entes reguladores deben de tener solo poder para actuar dentro de las esferas en donde se les dio autoridad para arbitrar entre los miembros de la comunidad.
Es contraproducente tener un solo ente que regule todas las acciones de todas la entidades, o demasiadas que su poder para arbitrar sea demasiado débil.
La solución, como en muchos otros ámbitos, no esta en los extremos. Se encuentra en los tonos de gris.
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