Para realmente hacer que cambio que buscamos logre dar frutos, hay que comenzar por retomar el control de las comunidades en las que vivimos.
La misma comunidad es quien debe de planear, e implementar, los proyectos para mejor la calidad de vida en las mismas. De igual manera hay que fomentar la convivencia entre quienes viven y trabajan dentro de la misma, con el fin de reforzar los lazos dentro de la comunidad.
El facilitar la convivencia dentro de nuestras comunidades, aumenta el bienestar y la seguridad dentro de las mismas. Hay que fomentar actividades culturales, y todas aquellas que incentiven el crecimiento personal de quienes participen en ellas. Sobretodo el fomentar actividades que faciliten en que las personas compartan sus gustos, conocimientos y experiencias con todos aquellos que estén interesados en hacerlo.
Hay que facilitar que la gente se sienta dueña de su comunidad, y de lo que pasa en ella. De esta manera se lograra que todos cuidemos no solo de la misma comunidad, sino de las demás personas que viven en ella.
Hagamos que lo que pase en nuestras comunidades parte de nuestro que hacer diario, y no dejemos que otros sean quienes decidan el futuro de las mismas. Para que las cosas cambien, primero tienen que cambiar nuestras comunidades y la forma en que interactuamos en ellas.
Se puede empezar por lo que pasa en tu cuadra, o en algún lugar en el cual te guste pasar tu tiempo y convivir. Todo gran cambio, comienza con pequeñas acciones.
Es hora plantar las semillas que nos lleven al futuro que queremos.
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