domingo, 7 de octubre de 2012

El cambio no llegara hasta que lo haga nuestra actitud...

El principal problema que se tiene para cambiar no es de aptitud, ya que tenemos de sobra para poder lograrlo si realmente nos lo proponemos. El problema real es la actitud que se tiene cuando nos enfrentamos al prospecto de realmente hacer algo al respecto.

Ya sea por miedo, o incluso desconfianza, nosotros mismos somos quienes nos bloqueamos el camino para lograr los cambios que queremos. Es cierto que encontraremos dificultades para cambiar las cosas, pero toda dificultad es sorteable si se toma el tiempo y el empeño para lograrlo.

También el radicalismo no es la solución, ya que provoca que los bandos que tengan algún interés en lo que queremos cambiar se polaricen cerrando cualquier posibilidad entrabar dialogo efectivo entre todas las partes. Al agredir física o verbalmente a quienes no tienen la mismas ideas, o perspectiva, que nosotros genera un ambiente que dificulta mucha una tarea de por si complicada. Los que se son agredidos, aun aquellos que solo tengan la sensación de serlo, tomarán acciones para defenderse o para contraatacar.

Incluso cerraran la puertas, y se negaran a escuchar cualquier argumento por lógico que sea. Se encerraran en su posición, negándose a cambiarla. Algunos incluso podrían intentar forzarla en los demás, solo para demostrar que ellos están bien independientemente de que se pueda demostrar su error. 

Antes de juzgar, o suponer, lo que otros piensan o el porque de su forma de actuar, debemos dejar que ellos mismos sean quienes sean los que nos den las razones por las cuales llegaron a una conclusión o acción dada. Lo único que podemos saber con certeza son los motivos por los cuales nosotros mismos hacemos las cosas, o porque pensamos como lo hacemos. Para saber por que los demás lo hacen, tenemos que escuchar las motivaciones de la fuente, de otra manera solo tendremos conjeturas que tienen una alta probabilidad de estar erradas.

Hay pocas cosas más tristes que ver gente derrotada por su actitud al afrontar cualquier problema o dificultad, teniendo capacidad de sobra para salir adelante. De igual manera es inspirador ver gente que por su actitud, logra vencer obstáculos que eran más grande que su aptitudes iniciales.

Pocas cosas pueden derrotar a alguien con la actitud para vencer, ya que harán lo que se necesita para salir adelante. Incluso, en algunos casos, darán mucho más para lograr ver sus objetivos superados.

Así que la pregunta real para saber cuando lograremos cambiar nuestro destino, es cuando lograremos cambiar nuestra actitud para lograr llegar a el. Hasta que no llegue ese momento, las cosas nunca serán las que queremos y seguiremos sin hacer nada por lograr el cambio del que tanto hablamos.

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