Cambio de mentalidad y actitud...

Es necesario cambiar nuestra mentalidad y actitud, ya hay que dejar de vernos como víctimas de las circunstancias.

Es hora de tomar la responsabilidad de nuestra situación. Ser los dueños de nuestras acciones y las consecuencias derivadas de ellas, de no ser así todo seguirá igual. Hay que ser nosotros los que forjemos el futuro que queremos, y hacer lo necesario para llegar a el.

Es hora de examinar lo que realmente queremos en lo personal, y para nuestra comunidad. Realmente forjar la felicidad que buscamos, no la que nos dicen que debemos tener.

Tenemos que dejar de vivir tratando de cumplir expectativas ajenas, y comenzar a cumplir las nuestras. Lo que hace feliz a otros, no nos tiene que hacer felices a nosotros. Llena tu vida con aquello que tu valoras, aquello que te satisface a ti y te hace sentir pleno. Trabaja diariamente para lograr llegar a tus objetivos, vive de manera que encuentre tu paz interior.

De acuerdo a tus objetivos y habilidades, busca como puedes contribuir en tu comunidad. Busca organizarte con otros para desarrollar proyectos que contribuyan de forma positiva.

Llego la hora de crear lazos dentro de nuestras comunidades, además de fortalecer aquellos que ya tenemos. Una comunidad fuerte beneficia a los individuos, como los individuos comprometidos con su comunidad la fortalecen. Muchos de los problemas que nos aquejan se verían resueltos, o seriamente disminuidos, si actuáramos de manera constante dentro de nuestras comunidades.

Lo que hagas, hazlo por ti y por tu comunidad. Busca magnificar las acciones que contribuyan para fortalecer a tu comunidad, y que te hagan una mejor persona. Trabaja en ello que te apasiona, y hazlo de la mejor forma posible.

Hay que hacer el bien por que es lo correcto, y no por la recompensa en sí. Tarde o temprano, toda acción se ve recompensada de alguna manera. Por lo cual, hay que ser pacientes y seguir trabajando hasta conseguir los objetivos que nos hemos propuesto.

Haz el bien no para que seas felicitado, sino para poder tener la conciencia tranquila de que hiciste lo correcto. Tu recompensa llegar a su debido tiempo, y generalmente en la forma menos esperada.